Si digo: "Te ofresco mi corazón, Señor, inmediata y sinceramente". Este es el deseo de todos los que son verdaderamente piadosos. Sin embargo, este deseo solo puede realizarse mediante la comunión con Cristo y la participación de Él, pues, fuera de Cristo, incluso la persona más religiosa vive para si. Solo en Cristo pueden los piadosos vivir como siervos dispuestos para su Señor, soldados fieles a su comandante e hijos obedientes a su Padre.
Pbro. Mario Marín+
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